Del freezer a una cuna de vino tinto, una pata y muslo y una pechuga.
Por encima, cebollas, ajo y ajíes picados.
Así estuvieron dos horas.
Acá, daban vuelta diez minutos, tapado.
Saqué, revolví, y se cocinó por diez minutos, destapado.
Lo saqué, volví a revolver y volvió a cocinarse otros diez minutos.
¡Listo!
¡Qué bonito!
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