Acá unos huevos batidos con leche, sal, pimienta y orégano.
Acá las berenjenas que deberían haber estado "feteadas". Pero, no es lo que me quedó. Sin dudas, conviene que estén feteadas, lo más parejas posible.
Esto es salsa de tomate, hecha con tomate en cubos, ajo y orégano. La cantidad debe ser más que generosa. Y conviene tener un caldo preparado, porque al cocinar se va evaporando el líquido.
Las berenjenas, después de nadar en el huevo y la leche, se dieron un rebozado en copos de maíz molidos.
En el fondo de una asadera, puse la salsa (que debe ser una cantidad generosa)...
le espolvoreé soja texturizada sin hidratar, porque lo va a ir haciendo durante la cocción...
sobre lo anterior, acomodé una capa de las berenjenas rebozadas con copos de maíz...
le puse una capa de jamón, encima una capa de queso...
encima de lo anterior, una capa generosa de salsa de tomate y, encima, soja texturizada.
Y seguí con las capas hasta que se acabó todo. OJO, las berenjenas rinden mucho.
Terminé con una capa generosa de salsa y, encima, más soja.
Así se fue al horno. Durante la cocción (que me llevó bastante tiempo), fui agregando caldo de verduras. Cuando estuvo listo, el puse muzzarella y así terminó.
Acá una imagen de una porción, si es que puede verse.
Quedó muy bien. Pero, insisto: la salsa debe ser generosa, lo que hace que sea necesario poco, o casi nada, de caldo.