En una bolsa para horno (¡Gracias, Dios, por iluminar a alguien para que las invente) y directamente del freezer, puse: ajíes en tiras, ajó en fetas y carne vacuna. Las cebollas las corté "gruesas" y las puse en el fondo de la bolsa. Encima, todo lo demás.
Cerré la bolsa, la pinché y lo mandé al horno.
Lo saqué.
OJO AL ABRIR LA BOLSA QUE EL VAPOR QUEMA.
Abrí la bolsa, revolví, volví a cerrar y fue al horno otra vez.
Lo saqué, me lo serví y...
¡LISTO!
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