Y se termina la Semana Santa encuarentenada de 2020.
Y en algún momento de hoy, se me cruzó que podía hacer una tortilla, muy parecida a la que hacía mi mamá.
Empiezo.
A ella le gustaban las papas peladas, cortadas en dados chiquitos. Yo no las pelé.
Antes de las papas, doraba unas cebollas y unos dientes de ajo.
En el huevo batido, mezclaba perejil y ajo picado (yo lo saqué de una bolsa).
Una vez doradas las cebollas, las echaba en el huevo batido.
Después ponía a dorar las papitas, en una buena cantidad de aceite. Yo eché las papas a la sartén, con un susto de aceite.
Cuando estuvieron doradas, las eché en el mezcleche de huevo.
Mezclé bien y lo eché en un molde con rocío vegetal. Mi mamá hacía todo en la misma sartén, quitando lo que sobraba y poniendo lo que faltaba.
Lo metí al horno y... ¡LISTO!
No quedó igual, pero... Fue un buen intento.
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