Anoche, hablando con Raúl, me hizo acordar de los buñuelos que hacía mi vieja. Ella los hacía de papas, de acelga, de sesos.
Acá hice los de papas.
Piqué cebollas, unos dientes de ajo y papa, en pequeños cubos. Como la sartén es de teflón, en el fondo le eché aerosol vegetal y, por encima, un susto de aceite.
Mientras, batí dos huevos, le agregué leche y le puse harina, hasta que el mezcleche quedo gomoso, pegajoso y nada chirle.
Agregué sal, nuez moscada y pimienta negra.
Agregué un chiste de orégano y de provenzal. Volví a mezclar.
Cuando las papas estuvieron cocidas, las agregué.
Mezclé y así quedó.
Con el fondo de la sarten con restos de la cocción de las papas, eché aerosol y fui acomodando cucharadas de la pasta.
Los cociné, pinchando con un escarbadiente para controlar que la pastenaca estuviera cocido adentro.
Y así terminaron.
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