Corté una cebolla, más o menos, finita y la mandé al microondas por cinco minutos,
revolví y puse por tres minutos más.
Sobre las tapas puse un enchastre de mostaza y otro de ketchup.
Sobre la mostaza, algo de la cebolla blanqueada en el microondas...
y, encima, una hamburguesa congelada.
Encima de la hamburguesa congelada, puse otro poco de cebollas y unas fetas de queso.
Cerré como pude...
las acomodé en la feidora de aire y las mandé por ocho minutos a 200°. Como sobraron dos tapas de empanadas, las doblé varias veces y me quedaron algo así como dos criollitos.
Las di vuelta y las puse seis minutos más. Asi terminaron y las saqué.
¡LISTO!
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