Acá el pollo, tan fresco como queda fresco, después de descongelarse.
Como lo voy a cocinar con la piel y no quiero humo ni olor, hago una base de sal gruesa, debajo de la rejilla sobre la que se va a desgrasar.
Estos son dientes de ajo en gruesas fetas. La receta original pertenecía a una exsuegra de una excuñada, que alguna vez tuve, y ella usaba también ajíes y cebollas en tiras.
Los pollos deben ser vedettes porque cada vez tienen menos carne. ¡En fin!.
La cosa es que entre la piel y la carne (donde la encuentres) vayas acomodando lo que le quieras incrustar.
Así salió después de media hora a temperatura máxima (230 º)
Lo roté y volvió al horno otra media hora.
Lo acomodé "boca abajo" y volvió otra media hora.
Acá está listo.
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